La extracción de azúcar de la caña de azúcar implica un proceso detallado y complejo
- Cosecha de la caña de azúcar: Se corta y recolecta la caña en los campos, generalmente a mano o con maquinaria especializada.
- Lavado y preparación: La caña se transporta al ingenio, donde se limpia para eliminar impurezas, tierra y residuos. Luego, se corta o tritura en pequeños pedazos para facilitar la extracción del jugo.
- Molienda o trituración: La caña se pasa por grandes molinos o prensas que exprimen el jugo. Durante este proceso, se extrae la mayor cantidad posible de jugo azucarado, y el bagazo (fibra de caña que queda después de extraer el jugo) se separa. Este bagazo a menudo se usa como combustible para generar energía en el ingenio.
- Clarificación: El jugo extraído se calienta y se mezcla con productos químicos (como cal) para eliminar impurezas. Las impurezas se separan del jugo por sedimentación o filtración.
- Evaporación: El jugo clarificado se calienta y se concentra mediante evaporadores, eliminando gran parte del agua. Esto produce un jarabe denso.
- Cristalización: El jarabe concentrado se somete a un proceso de cristalización, donde el azúcar empieza a formarse en cristales. Se utiliza vacío y agitación controlada para facilitar este proceso.
- Centrifugado: Los cristales de azúcar se separan del jarabe restante (llamado melaza) en centrifugadoras. El azúcar crudo resultante aún contiene algunas impurezas y se envía a un proceso de refinación.
- Refinación (opcional): Para obtener azúcar blanco o refinado, el azúcar crudo se disuelve nuevamente, se filtra para eliminar las impurezas restantes y se cristaliza una vez más. Luego, el azúcar refinado se seca, se empaqueta y se prepara para su distribución.
De este proceso se pueden obtener diferentes tipos de azúcar
- azúcar crudo
- azúcar blanca refinada
- azúcar morena, dependiendo del nivel de refinación y los aditivos utilizados.
La melaza restante puede ser utilizada para otros productos, como la producción de ron o melaza de mesa.